Suecia

COPENHAGHEN-ROROS (SUECIA)


Agosto del 2011, nos decidimos a pedalear hacia Suecia, con la intención de llegar a la primera ciudad del circulo Polar Ärtico, Jokkmok. El viaje se convirtió en una especie de contrareloj, pues debiamos estar de vuelta antes de septiembre, antes de que la claridad se convirtiera en oscuridad, y el frío en hielo. Al final tuvimos que cambiar de planes unas cuantas veces al comprobar que no llegaríamos a Jokkmok a tiempo, que no teníamos suficiente dinero para volver en tren, que si entrábamos en Noruega se iba a complicar más la cosa, etc.




Lagos y bosques de pinos infinitos por todo el camino. Cada noche un fuego, sin ningún problema ni inconveniente. Eso sí frío y lluvia no faltaron, la tienda de campaña siempre mojada, y las cenas por la noche interrumpidas por la lluvia en muchas ocasiones.


                             
   

 La hospitalidad nórdica deja mucho que desear, al contrario que sus infraestructuras.
La primera foto es un lavabo en mitad del bosque, limpio y con inifinitos rollos de papel higiénico que te hacen sentir como en casa mientras realizas tus necesidades en mitad del bosque.
La segunda foto es un caseto del cementerio de un pueblo del sur de ciudad donde tuvimos que hacer noche. A la tarde se puso a diluviar, y preguntando por el pueblo de un techo donde poder poner la tienda de campaña todo fueron negativas, al final tuvimos que recurrir a la inventiva, y siguiendo la ley histórica de que las iglesias deben dar albergue al forastero acudimos a la misma, que estaba cerrada y sin cura. Por suerte encontramos esta caseta abierta, dónde parece maquillan a los muertos, y allí establecimos campamento para pasar una noche de miedo.





 Pasado el sur de Suecia descubrimos estos refugios que están por cualquier parte. Son muy cómodos para cocinar y calientes para dormir, y resguardan de la lluvia, que es una auténtica pesadilla en este país.




Momentos de sol en la carretera al Norte.



Sverige graffiti. Así parece que se divierten los chicos por Suecia, uno de los lugares más pacíficos del planeta.




       
Esto son las pistas de esquí de Falun, una de las mejores ciudades que visitamos en este viaje, con mucha juventud y buenas caras. Hay que decir que no fue hasta el siguiente pueblo que mantuvimos una conversación con alguien, hasta entonces la gente nos huía, no sabemos si por el olor, el acento o las bicicletas. El coche que se ve en la foto no es un caso único en este país en el que la gente siente tal pasión por el vintage que a veces piensas que estás en una obra de teatro y que todo el mundo va disfrazado.



Buey Almizclero que han traido desde Groenlandia para repoblar en Suecia.



Al llegar al Norte comenzamos a ver los primeros renos, esto fue lo primero que vimos. El coche quedó destrozado después de atropellar a este enorme reno blanco, que le reventó el cerebro.




 En la frontera con Noruega, el paisaje cambia un poco, el bosque repoblado deja paso a bosques más naturales y manadas de renos que campan a sus anchas.






Quizás un buen sitio para pasar la noche?



Final del viaje. La contrareloj contra el sistema ferroviaro sueco. Parece ser que la directiva dio el aviso que dos italianos con bicicletas y sin dinero pretendían llegar al sur de Suecia en tren, intentamos correr más que los trenes para alcanzarlos y poder hacer trayectos de una o dos paradas, lo que fue una odisea para regresar a Copenaghen donde teníamos todas nuestras pertenencias para regresar al Mediterráneo.

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