Marruecos

Granada-Merzouga (Marruecos)




Recorrido realizado:
Granada-Motril-Melilla-Guercif-Missour-Oulad´el´Haj-Midelt-Errachidia-Merzouga



Aquí el video del viaje.



Decididos a escapar del invierno granadino, pedaleamos rumbo a Motril para coger el ferry que lleva a Melilla, una auténtica ciudad-jaula llena de militares que funciona de barrera a la población africana para acceder al primer mundo, y recibe la entrada a Africa con la estatua de un Francisco Franco, joven y explorador; la única estatua que queda en el Estado español del dictador.



A los dos días de comenzar el viaje mi transportín adquirido en el Carrefour revienta. La mejor solución que encontré fue la local: 200 gr. de alambre de calidad y arreglado. Aguantó todo el viaje. Moraleja 1: lo gratis lo mejor, pero lo más barato no tanto.



La rueda de Mou no se quedó en menos, un pinchazo en el camino Granada-Motril y el neumático reventado. La solución de comprar un neumático en el Sprinter resultó desastrosa, pues a los pocos días de trayecto el pneumático estaba agujereado por todos lados y hubo que cambiarlo en Laridja; un pueblo muy pequeño y simpático en el que el dueño de esta tienda le dio a Mou uno de sus neumáticos nuevos a cambio de un botellin de ron.
Moraleja 2: dadme un poco de alcohol y os prometo cambiaré el mundo.



El camino a menudo se hace intransitable incluso para la bicicleta. Por estos caminos suele ir la gente en burro, nosotros nos pusimos cabezones a pesar que todo el mundo nos dijo que mejor fueramos por la carretera. Al final dos chicos nos llevan a donde empieza un camino para llegar a Midelt; el resultado fue desesperante. Todo el día arrastrando la bicicleta, subiendo colinas por caminos de piedra en mitad
del desierto y sin agua.

Por suerte encontramos un pozo de la nada y poco después a un extraño niño que llevaba una pequeña radio a modo de pendiente. Supongo que debía vivir en este campamento bereber que encontramos en mitad de la nada.

Arriba uno de nuestros refugios que encontramos para pasar la noche, una vieja construcción sin techo utilizada por pastores y ganado. Por lo menos las paredes sirvieron para parar un poco el viento, pues las celulas culipardas de Ciudad Real, vinieron al viaje con sacos de verano y quitasoles de coche a modo de esterilla.




La hospitalidad musulmana ha quedado comprobada en nuestro viaje, cada pequeño poblado que paramos supuso un té y algo de comer, invitados por los locales que se muestran contentísimos de tener invitados. En la foto, Mohamed, con la moto de su hijo que la tiene guardada en una habitación especial en la casa a modo de santuario.




Después de pasar Midelt y el Alto Atlas, entramos al sur donde llegan más turistas atraidos por las dunas del desierto, los coches en la carretera cambian, dejándose de ver las clásicas furgonetas mercedes para pasar a cuatro por cuatro de gran cilindrada. A la salida del colegio, multitud de niños vuelven a sus pueblos en bicicleta, y muchos nos acompañan buena parte del camino para practicar su francés; creo que ambos nos lo inventamos.

La nueva invasión del Sahara. Caravanas de camellos llenas de turistas salen a cada rato del pueblo de Merzouga para hacer una visita turística a las dunas y pasar la noche en una jaima; en un intento por recrear el estilo de vida nómada, que ahora se adapta a los nuevos tiempos en forma de agencia turística. Resulta sorprendente ver la actividad que hay en este desierto, mientras todos los de la foto llegan en camello, un grupo de andaluces estaba al lado con coches todo terreno haciendo rally por las dunas.



Nosotros también nos divertimos. Dando unos saltitos a la altura de Erfoud.


Er-Rissani





 A 112 km. de Missour, quien pensaría que llegaríamos al siguiente día (por la noche).



 Flores del desierto. Quizás alcachofas saharauíes.












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